No he tenido la oportunidad de disfrutar a Umberto Eco como escritor, mas sí como pensador. Su libro Apocalípticos e Integrados es citado siempre que se quiere hacer referencia a aquellos que se resisten o se pliegan a los cambios en los fenómenos de comunicación. Definitivamente, ser un apocalíptico radical es como ser un talibán: no va.
Leí este domingo con mucha atención la entrevista que le hizo el diario El País de España al semiólogo y escritor italiano, en donde entre otras cosas (en verdad, habla sobre variados temas) expresa su preocupación sobre la influencia que tiene Internet y la tecnología de las comunicaciones en la manera de informarse de las personas. Es que, a diferencia de hace 20 años, actualmente hay una sobreabundancia de información que, según dice, nos impide diferenciar con facilidad cuál hecho es relevante y cuál no.
"La abundancia de información sobre el presente no te permite reflexionar sobre el pasado. Cuando yo era chico podían llegar a la librería tres libros por mes, hoy llegan mil. Y ya no sabes qué libro importante fue publicado hace seis meses. Eso también es una pérdida de la memoria. La abundancia de información sobre el presente es una pérdida y no una ganancia", comenta Eco.
Y lo que a continuación señala es algo que ocurre en los medios de comunicación. La noticia como show o la preeminencia de la anécdota al hecho de fondo. Lo cual no es del todo malo, pero si eso es lo más importante, definitivamente algo anda mal.
"Acudimos a Internet para conocer las noticias más importantes. La información de los periódicos será cada vez más irrelevante, más diversión que información. Ya no te dicen qué decidió el Gobierno francés, sino que te dan cuatro páginas de cotilleo sobre Carla Bruni y Sarkozy. Los periódicos se parecen cada vez más a las revistas que te daban en la peluquería o en la sala de espera del dentista", apuntó.
De otro lado, y esto es algo que me tocó en lo personal, es sobre su trabajo como profesor. "Quiero decir que mi relación con los estudiantes siempre ha sido una relación de aprendizaje, porque enseñándoles aprendo yo también". Lo suscribo totalmente.
Umberto
Eco,
Internet,
información,
memoria